lunes, 13 de septiembre de 2010

Vuelta al cole

Después de estar separado durante un tiempo de la pesca, por fuerzas mayores, me fuí a intentarlo cerca de casa en dos ratos libres que tuve.


Esta es la puesta del primer dia, queda en la punta de la desembocadura de una playa, era pleamar y no había mucho tiempo, empecé a enguadar más a la dcha de donde tuve las picadas ( punto rojo) ya que la corriente llevaba el enguade hacia la izquierda, no tuve picada y probé en los alrededores, después de unos minutos volví a probar en el primer sitio y... picada hasta el alma. En este mismo punto saqué tres y luego ni rastro, podía haber probado en alrededores pero tenía que marcharme y además con tres capturas... de sobra.






Utilicé mi equipo ancestral, se hizo un poco dificil ya que para que no rozara el nylon en las rocas tenía que tener el brazo con la caña muy elevados y no veais como pesa, pero a mayor dificultad mayor recompensa.







Esta es la puesta del segundo dia en la que nunca había estado, el sitio lo encontré aventurándome un poco. Había una cajetilla y restos de enguade recientes, avisté unas llastras sumergidas a 30 metros de mi a las que me apeteció lanzar el corcho. La marea llevaba un par de horas bajando y tenía que darme prisa antes de quedar el corcho en seco.





Aquí se ve (pto. rojo) donde me picaron las dos piezas, poco después descubrieron las piedras y el golpe de mar hacía imposible la pesca. Me decidí a probar otra zona, una isla en la que se podía pasar en mareas vivas y que nunca había estado.

Cuando me dirigía a la isla vi que había olas en la playa y ya que uno no tiene tiempo pa todo decidí dejar la pesca y pillar una olitas.

Este es el pescado escamado y listo para limpiar.

Hasta pronto.